Con motivo de la festividad de la Inmaculada, la Virgen de Guía de la Hermandad de la Lanzada permaneció expuesta en devoto besamanos. Tras Ella, el Santísimo y el Cristo de la Lanzada. Dadas las obras de la puerta del templo que da a la calle Divina Enfermera, el Belén fue instalado en la capilla de la Virgen del Buen Fin, pasando ésta al altar de la Inmaculada, que presidió el templo con motivo de su festividad.