Una decisión controvertida y no exenta de polémica.

Se da por concluido el proceso abierto en la Hermandad de Montesión tras la impugnación de las elecciones del año 2017, por irregularidades, denunciado por el que fuese candidato a hermano mayor, Guillermo Baena. El cabildo fue aplazado al 15 diciembre de aquel año, retirándose Baena en la misma mañana al considerar que la autoridad eclesiástica no había resuelto las alegaciones que presentó contra la conformidad del censo de hermanos con derecho a voto. Manuel Soto resultó elegido.

Baena decidió llevar su queja al Vaticano y por la vía civil, pero el 29 de junio de 2018 recibió una notificación del Delegado Diocesano de Asuntos Jurídicos, Manuel Vázquez Lombo, en el que se le comunicaba la expulsión de la corporación. Todo ello sin notificarse la apertura de un expediente sancionador previo.

Alegó Baena una vulneración del derecho a la presunción de inocencia (artículo 24 de la Constitución Española). El Tribunal Supremo del Vaticano rechazó la impugnación. Posteriormente se presentó una querella criminal contra doce personas, entre ellos el director espiritual, pero la querella fue archivada.