Carta abierta de Álvaro Maroto, presidente del Consuelo de Sevilla Este

En las últimas horas hemos vivido una situación extraña en la vida de las cofradías sevillanas. La Parroquia de la Ascensión en el barrio de Sevilla Este despidió en la noche de ayer a las imágenes de la hasta ahora Asociación Parroquial Consuelo y Esperanza, que han sido trasladadas al local que la asociación civil previa a la su inclusión en la vida de la iglesia ya poseía y que han mantenido como almacén. Junto a las imágenes fueron trasladados todos los enseres que la corporación poseía antes de llegar a la parroquia y todo lo adquirido en este tiempo.
Este desahucio general que ha sufrido la asociación ha venido decretado por palacio en la figura de Marcelino Manzano, quien emitió un documento de extinción de la asociación parroquial. Al parecer esto se produjo con el auspicio del párroco de la Ascensión, Manuel García Valero, quien ya en junio del año pasado realizo un cambio sorpresa de la junta de gobierno de la asociación, cesando de su cargo al algunos de los iniciadores de este proyecto cofrade.
Tras conocerse la noticia de la extinción, el que fuera vicepresidente de la asociación parroquial, cesado en junio, y presidente de la asociación civil previa a la vida eclesial, emitió una carta abierta en la que lamenta los hechos ocurridos, aunque sin entrar en ellos para no «empañar el mensaje que quiero transmitir». En la misiva agradece al párroco fundador de la parroquia, José Lora y a Antonio Rodríguez Babío y Pedro Paz, párrocos anteriores e impulsores de la asociación parroquial, la labor que han desempeñado durante los años de ministerio en la Ascensión. Sin embargo, se omite voluntariamente toda mención al actual párroco, ni siquiera para criticar su labor.
En la carta, Maroto, hace un repaso por la vida de la asociación desde 2017 cuando Antonio Rodríguez Babío les invita a unirse a la comunidad parroquial a quien considera que «es, y seguirá siendo una parte integral de la historia del Consuelo». También se hace mención de los miembros de la asociación presentes y partícipes en las diferentes pastorales de la parroquia como cáritas, pastoral de la familia, catequesis, pastoral de la salud o juventud. De Pedro Paz destaca que se arriesgó al apostar por ellos en plena pandemia cuando el 7 de noviembre de 2020 bendijo a las imágenes lo que les llevó a soñar con «convertirnos en una agrupación parroquial.»
El presidente de la asociación hace un alegato de defensa de Marcelino Manzano, Delegado de Hermandades y Cofradías, quien dice les asesoró y acompañó desde su etapa civil cuando los recibía en su despacho de la Parroquia de San Vicente. O la mención al vicario episcopal, Rafael Muñoz «que tanto ha ayudado a los integrantes de nuestra junta cuando más lo necesitábamos».
En la carta, que no tiene desperdicio, anuncia que se convocará un cabildo general próximamente para iniciar un nuevo camino que les lleve a normalizar la vida del grupo de fieles dentro de una parroquia que los acoja y acompañe.

