En el comunicado difundido por las redes sociales la junta de gobierno aclara que medidas se llevaran acabo para la protección de la titular de la hermandad mientras se acometen las reformas previstas en la parroquia de San Gonzalo.

El pasado 24 de agosto la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario del Barrio León dio a conocer en sus redes sociales un comunicado, en el informaba de la retirada del culto de su titular la Santísima Virgen del Rosario de la parroquia de San Gonzalo y su traslado a dependencias parroquiales debido a tareas de mantenimiento, tanto de limpieza como de pintura. Estos acontecimientos tendrán lugar desde el 26 hasta el 30 de agosto. Esta noticia ya se esperaba desde hace unas semanas ya que la junta de gobierno de la Hermandad de San San Gonzalo también informó el 5 de agosto mediante otro comunicado del cierre de la parroquia y de cómo se había decidido actuar para evitar que alguno de sus titulares Ntro. Padre Jesús en Su Soberano Poder ante Caifás, Ntra. Sra. de la Salud Coronada y San Juan Evangelista sufrieran algún tipo de daño.
No fue hasta el año 1989 que tuvo lugar la primera salida procesional de la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario del Barrio de León desde la parroquia de San Gonzalo, 9 años después de su creación en 1980 cuando un grupo de jóvenes guiados por Manuel Gonzalez Torres empiezan un movimiento procesional partiendo de una pequeña efigie. El barrio de León se volcó tanto en esta nueva hermandad que alcanzó una popularidad y un desarrollo insospechable hasta el punto de que tan solo tres años después se instauró en el barrio una velada con motivo de esta devoción. Todo esto se consiguió gracias a las aportaciones y donaciones de los vecinos.
La parroquia San Gonzalo fue construida entre 1938 y 1942 obra del arquitecto catalán José María Ayxelá Tarrats. Desde ese momento las reformas han sido necesarias para mantener y preservar la estructura y las imágenes de la parroquia a lo largo de los años. Las dos últimas restauraciones se dieron en 1998, (Esta reforma se centró en la conservación de la fachada y la renovación de algunas áreas interiores para preservar su valor histórico y arquitectónico) y en segundo lugar en 2021 (esta reforma incluyó mejoras en la estructura y la restauración de elementos históricos del templo).
En estas restauraciones han estado involucradas ambas hermandades y han demostrado cómo la colaboración puede ser beneficiosa, trabajando juntas, no solo en la conservación del templo, si no también organizando eventos y creando un ambiente de cooperación y apoyo mutuo siendo ejemplo de cómo dos hermandades tan queridas tanto en Triana como en toda Sevilla pueden compartir fuerzas en vez de rivalidades. Está claro que ambas hermandades buscan las mejores condiciones para su parroquia y sus titulares por lo que a sus fieles seguidores les tocará esperar para volver a entrar en su templo, eso sí, por muy poco tiempo, apenas cinco días.