Ha sido restaurada y devuelta a San Julián.

La corona, inutilizada por la Hermandad de La Hiniesta, fue enviada al taller de Orfebrería Ramos para su restauración.
Esta fue elaborada en plata con esmaltes y marfiles por Fernando Marmolejo en 1963.
Dicha corona se dejó de utilizar por la pérdida de ciertas piezas que la componían y su notable deterioro. Gracias a la restauración, se reponen estos elementos perdidos como son los ramilletes de azucenas que se encuentran en el interior de la corona; además de la reparación de esmaltes, fijado de piezas sueltas y dorado de todo el conjunto.
En día de ayer, cinco de septiembre la corona volvió a ser colocada sobre la dolorosa de la Hermandad del Domingo de Ramos tal y como fue concebida.