El galardonado es miembro del Consejo Diocesano de Asuntos Económicos (CDAE), ha recibido su conmemoración de manos del arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, en un acto que se ha celebrado en el salón del Trono del Arzobispado.

Nacido hace 101 años en la localidad oscense de Hecho, se trasladó a Sevilla a los diez años. Durante la Guerra Civil, vivió en el exilio en Frontón, un pueblo cercano a Toulouse, en Francia, regresando a la capital hispalense a los quince años. Dedicó toda su vida profesional al ámbito bancario, desempeñándose como director hasta su jubilación en 1989. Ese mismo año, el cardenal Amigo Vallejo lo invitó a integrarse en el CDAE. Según destacó el secretario general, Isacio Siguero, «ha desempeñado este valioso servicio a la Archidiócesis, asesorando a los arzobispos que han liderado la misma durante este extenso período de su historia». Siguero añadió: «Todos hemos sido testigos de su sabiduría, dedicación y generosidad, así como de su sinceridad al tratar cuestiones económicas y de su trato siempre amable y cercano con todos».

Hermano de las hermandades de la Esperanza de Triana y de la Candelaria, siendo este último el miembro más antiguo, reconoce que los Cursillos de Cristiandad marcaron un punto de inflexión en su vida. Junto a su esposa, Consuelo Gordillo, formó una familia que incluye a sus cinco hijos y numerosos nietos. Su trayectoria también destaca por su participación en diversos proyectos de acción social. En 2002, el papa San Juan Pablo II le otorgó la distinción de Comendador de la Orden de San Gregorio Magno.

Junto a Juan Bautista Esteban, quien próximamente será distinguido con la Medalla Pro Ecclesia Hispalense, es el miembro más veterano del Consejo Diocesano de Asuntos Económicos.