El fallecimiento del orfebre y capataz viste de luto el mundo cofrade.

Sevilla se viste de luto tras el fallecimiento de Juan Antonio Borrero Campos, un maestro orfebre cuya obra marcó profundamente el arte sacro y la Semana Santa de la ciudad. A sus 84 años, Borrero dejó un legado imborrable tanto en el ámbito artístico como en la tradición cofrade.

Nacido en 1940, Borrero inició su aprendizaje en el Colegio Reina Victoria, bajo la enseñanza de Manuel Seco Velasco. Su carrera despegó a los 14 años en el taller de Villareal, consolidándose en 1975 con la fundación de Orfebrería Triana, junto a Francisco Fernández.

Desde su taller, surgieron obras icónicas que hoy forman parte del patrimonio sevillano, como el sagrario de la Basílica del Gran Poder y las coronas de la Virgen de la Estrella, la Esperanza de Triana y la Virgen de la O, entre otras. Estas piezas no solo reflejan su talento, sino también su profundo compromiso con la estética y la espiritualidad de la ciudad.

Además de ser un maestro artesano, Borrero pertenecía a la célebre dinastía de capataces sevillanos de los Borrero. Fue una figura clave en la fundación de varias cuadrillas de hermanos costaleros, como la de la Virgen de la Salud. Su vínculo con las hermandades iba más allá de su oficio, siendo un ejemplo de fe y dedicación a las tradiciones sevillanas.

El Ayuntamiento de Sevilla reconoció su contribución a la ciudad otorgándole la Medalla de Sevilla en 2004 y dedicándole una calle en Triana en 2021, un gesto que resaltó su influencia en el barrio donde trabajó durante décadas.

La Asociación Gremial de Arte Sacro expresó su pesar por la pérdida de «un maestro cuya obra perdurará como un ejemplo de excelencia artística». El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, destacó su contribución como «fundamental para el patrimonio cultural y religioso de nuestra ciudad».

Juan Antonio Borrero deja una huella imborrable en la historia de la orfebrería y las tradiciones cofrades sevillanas. Su legado seguirá brillando en cada obra que adornará los pasos de la Semana Santa y en el recuerdo de quienes admiraron su pasión y maestría.

Descanse en paz.