Se ha restaurado tras su rotura en mayo.

En los últimos meses, tras los daños sufridos durante la procesión de mayo pasado, se ha completado la restauración del aro de oro que coronó canónicamente a la Divina Pastora de las Almas en 1921.

Esta labor fue realizada por el joyero Pedro Joaquín Fernández de Ulloa, quien logró devolver a esta joya su aspecto original, una obra icónica de la joyería andaluza de principios del siglo XX.

El proceso incluyó el refuerzo estructural de la pieza, la reposición de las piedras que faltaban y la revisión de los cabujones y monturas.

Durante la restauración, también se investigaron los materiales que conforman la joya, encontrándose que predominan el platino y el oro blanco en las estrellas que la adornan. Estas monturas sostienen una vasta cantidad de gemas y piedras preciosas que resaltan la riqueza de la pieza.