Se desconoce si abandona su intención de presentarse a hermano mayor

Eduardo Dávila Miura, teniente de hermano mayor de la Hermandad de la Macarena, ha presentado su dimisión este viernes ante la junta de gobierno de la corporación, una decisión que llega en medio de la controversia por la restauración de la Virgen de la Esperanza Macarena el pasado 14 de junio.

La renuncia, que ha sido calificada como “irrevocable”, representa la tercera salida en la cúpula directiva de la hermandad tras la intervención estética realizada por los restauradores Arquillo. Anteriormente ya habían abandonado sus cargos Enrique Espinosa de los Monteros, mayordomo de la Esperanza, y Miguel Ángel Fernández, prioste de la Esperanza. Dávila Miura, quien era considerado uno de los posibles candidatos a relevar al actual hermano mayor, José Antonio Fernández Cabrero, en las elecciones previstas para dentro de seis meses, ha comunicado su decisión a través de un mensaje de WhatsApp en el grupo interno de la junta. La Hermandad aún no ha hecho oficial su salida a través de sus canales de comunicación.

Durante los días posteriores a la restauración, Dávila Miura fue uno de los pocos miembros de la junta que dio la cara ante los hermanos y devotos, muchos de los cuales se acercaron a la basílica angustiados por el resultado de la intervención. “Perdón, solo puedo pedir perdón”, repetía visiblemente afectado el mismo sábado 14 de junio. En su mensaje de despedida, el ya exteniente reconoció: “Como macarenos estamos viviendo la peor pesadilla que podíamos imaginar y como oficiales de la junta de gobierno, todavía más”. Aunque no se considera responsable directo de lo ocurrido, sí asume su parte de responsabilidad por no haber resuelto con mayor celeridad la situación: “No estoy tranquilo conmigo mismo y, sobre todo, estoy convencido de que, ante ciertas circunstancias que no entiendo ni comparto, ya puedo aportar más a la Hermandad desde fuera”.

Fuentes internas de la junta han manifestado su “sorpresa” por la renuncia, especialmente por el modo en que se produjo. Según han indicado, Cabrero no leyó el comunicado de Dávila Miura hasta las 18:00 horas, cuando ya había trascendido a los medios, algo considerado “insólito” por los responsables de la corporación. Pese a las presiones internas para que abandone su puesto, José Antonio Fernández Cabrero ha reafirmado su intención de continuar en el cargo hasta el final de su mandato, tal y como expresó en uno de los recientes cabildos extraordinarios convocados para tratar la crisis abierta en la Hermandad.

La Hermandad ha anunciado que el próximo 29 de julio se celebrará un cabildo extraordinario de hermanos, donde se explicará de manera detallada lo ocurrido con la restauración de la Virgen y se someterá a votación una posible nueva intervención, esta vez a cargo del restaurador Pedro Manzano, con el objetivo de devolver a la Dolorosa su aspecto original.

La situación ha provocado una fuerte conmoción en la hermandad, especialmente tras el regreso de la Virgen a su basílica tras las pruebas realizadas por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH). La Hermandad vive así uno de los momentos más delicados de los últimos años, marcado por dimisiones, tensiones internas y un clima de incertidumbre de cara al futuro.