Hola amig@s! ¿Qué tal? ¿Os acordáis de mi? Decidí retirarme de este mundillo y centrarme en mis cosas. Estoy harto de tanta extraordinaria y tanto lío. Pero tenía ganas de aclarar cositas.

Parece que nos hemos acostumbrado a ver como en un proceso electoral se producen intercambios de cuchillos entre miembros de una y otra candidatura, pese a que seamos Iglesia. ¿Se olvida esto?
Les ponemos en situación. La corporación del Barrio León suspendió hace unos días la celebración de su cabildo general de elecciones, previsto para el 26 de octubre. Tal y como sucediese también, con anterioridad, en los Estudiantes, se habla de fallos en los certificados de bautismo expedidos por las parroquias.
Es cierto que quienes se presenten a una junta de gobierno deberán solicitar la partida de bautismo como máximo tres meses antes de dar de alta la solicitud. Pero también es cierto que, desde la Delegación Episcopal de Asuntos Jurídicos, don Miguel Vázquez Lombo, ha sido claro al respecto y ha manifestado públicamente errores en ambas candidaturas: en la de Juan Ogazón Montes, mayordomo primero, y en la de Gonzalo Pérez Oliver, promotor sacramental.
Desde la Comisión Electoral de la Hermandad se argumenta en todo momento la presencia de partidas de bautismo incorrectas en la candidatura de Ogazón. Pero nunca se habla sobre los fallos presentes en la candidatura de Pérez Oliver. Es por ello que desde la candidatura de Ogazón se emite un Supplicatio dirigido a Don Miguel Vázquez Lombo en el que se le hace saber de la presencia de 5 candidatos cuyos certificados de Bautismo no son los oficiales exigidos por la Disposición sobre Certificaciones de partidas sacramentales de 10 de julio de 2024. Además, para más inri, no habían sido detectadas ni por la Comisión Electoral ni por el Hermano Mayor, Manuel Lobo, que desconocía dicha disposición.
Esto es lo que no se sabe, y es importante destacar. Que hay errores en las dos listas y que afecta de pleno a la concurrencia en plano de igualdad en el proceso electoral. Vázquez Lombo asegura que hay errores en las partidas de bautismo de ambas candidaturas y propondría como solución un periodo de subsanación a las dos candidaturas. Empezar de cero. No obstante, la Comisión Electoral no estaría conforme con la decisión, alegando que la candidatura de Ogazón no puede subsanar por estar fuera del periodo y que la de Pérez Oliver no presenta irregularidades.
El actual hermano mayor, Manuel Lobo, no se presenta a la reelección. No se entiende por qué el hecho de impedir la investigación de este asunto por parte de la Delegación de Asuntos Jurídicos. Esto se traduciría en un hipotético deseo de obstrucción de la candidatura alternativa y supondría un supuesto caso de agravio comparativo. Algo que perjudica de lleno a la candidatura de Juan Ogazón, la cual reclama simplemente igualdad de condiciones y un proceso igualitario y justo.
La situación aún se agrava más, pues orbita sobre el cielo de San Gonzalo que, de aceptarse las impugnaciones a partidas de bautismo de sendas candidaturas, la junta de gobierno y la junta electoral dimitirían en bloque. Esto llevaría a la cofradía a sumergirse en un periodo de ostracismo, tal y como sucedió con la gestora presente en la década de los años 80.
El fin de una junta de gobierno debe ser, bajo cualquier principio, velar por el cumplimiento de las Reglas y por la igualdad en el proceso electoral. Además, de que se promulgue una transición basada en la equidad y el respeto.
El 6 de noviembre habrá un cabildo informativo a los hermanos sobre la situación generada.
Ojalá que el Señor del Soberano Poder y la Virgen de la Salud logren poner cordura en esta situación que para nada demuestra ser una Hermandad.