El libro El Cerro. Historia y Patrimonio de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores recoge más de seis siglos de devoción, arte y memoria cofrade en una edición patrocinada por la Fundación Caja Rural del Sur.

La Hermandad del Cerro del Águila vivió recientemente un momento muy significativo con la entrega, por parte de la Diputación de Sevilla, del libro titulado El Cerro. Historia y Patrimonio de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores. Esta obra, fruto de una edición conjunta entre la Hermandad y la Diputación, con el patrocinio de la Fundación Caja Rural del Sur, recoge más de seiscientas páginas de investigación, material inédito y un rico fondo fotográfico que documenta la trayectoria histórica y artística de la corporación.
El acto de entrega se celebró en la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, en el barrio del Cerro del Águila, donde su presidente, el señor Javier Fernández, hizo entrega simbólica de la edición al hermano mayor, Manuel Zamora Pulido. Durante su intervención enfatizó el orgullo institucional de la Diputación por este vínculo histórico con la Hermandad, subrayando que no se trata solo de un volumen, sino de la crónica viva de una comunidad y de un barrio.
La obra ha sido coordinada por el profesor Juan Bermúdez Requena de la Universidad Pablo de Olavide y constituye un trabajo colectivo en el que han participado diversos investigadores, especialistas en arte sacro y patrimonio cofrade, así como reconocidos fotógrafos. Se estructura en dos tomos y combina textos, estudios técnicos, documentos inéditos y una extensa iconografía, en definitiva, un compendio que documenta la evolución, el devocionalismo y el legado artístico de la Hermandad desde sus orígenes hasta la actualidad.
Más allá de su valor histórico y de archivo, esta edición subraya un mensaje mayor: la conservación del patrimonio no es una mera labor conservadora, sino una forma de fortalecer la identidad colectiva, de visibilizar la unión de territorios y personas a través de la fe y el arte. Javier Fernández recordó que la Hermandad y su Cristo titular permiten “que todos y cada uno de los pueblos de la provincia estén representados en este barrio”, lo que refuerza la idea de un patrimonio compartido que trasciende lo local.