La Policía Local señala la saturación festiva y deja en suspenso varios actos religiosos en Sevilla

La acumulación de procesiones y eventos multitudinarios en Sevilla vuelve a tensar la relación entre los sindicatos policiales y el Ayuntamiento. Los agentes advierten que el ritmo actual es “inasumible” y apuntan directamente a las hermandades mientras ya se han suspendido, por el momento, los Rosarios de la Aurora de Las Aguas y de la Anunciación de Juan XXIII

La presión por el incesante calendario festivo de Sevilla ha vuelto a explotar durante la comparecencia de los sindicatos de la Policía Local, que denuncian que la ciudad vive en un “estado permanente” de celebraciones. Los representantes sindicales subrayaron que existe una “sobresaturación insoportable” de actos que la plantilla ya no puede cubrir.

En una rueda de prensa celebrada en la sede de CSIF, los portavoces Santiago Raposo, Luis Val y Roberto Echavarría detallaron que la falta de acuerdo en el Plan de Navidad ha abierto un conflicto directo con el Ayuntamiento. La activación de la fase uno del Plan de Emergencia convirtió en obligatorias las horas extra, lo que ha disparado el malestar entre los agentes.

Según explicaron, el problema va más allá de lo laboral y tiene raíz estructural: la ciudad multiplica sus eventos sin una planificación acorde a los recursos reales. Los sindicatos destacaron que Sevilla contaba este año con un presupuesto de 17 millones para horas extraordinarias, un fondo histórico que se agotó antes del verano.

Desde mayo, añadieron, los agentes han acumulado servicios especiales “a crédito”, una situación que se niegan a prolongar. La plantilla ha decidido que no seguirá trabajando sin respaldo presupuestario porque “los límites ya se han rebasado”.

Actualmente, la Policía Local debe atender más de 3.000 actos al año con menos de 800 agentes operativos en la calle, una proporción que califican de “imposible”. “Primero hay que decidir qué eventos se pueden cubrir y con qué medios reales se cuenta”, reclamaron los portavoces sindicales.

Ante este escenario, plantearon una solución que consideran imprescindible: implantar tasas que financien parte de los dispositivos y sirvan de freno a los organizadores de actos descontrolados. Los representantes fueron especialmente críticos con las hermandades, insistiendo en que “no se puede permitir que una corporación salga siete veces en un mes”.

Los sindicatos afirmaron que imponer una tasa también frenaría situaciones que consideran injustificadas, como procesiones organizadas por un número mínimo de personas. “Nadie quiere poner límites porque autorizar actos es rentable políticamente”, denunciaron con firmeza.

A pesar del tono crítico, reiteraron que mantienen la disposición a negociar un nuevo acuerdo con el Ayuntamiento. Recordaron que el alcalde, José Luis Sanz, ya planteó meses atrás una tasa por licencias ocasionales, aunque excluyó a las hermandades, que concentran buena parte del calendario religioso local. Los agentes advierten, sin embargo, que sin una regulación clara “el problema seguirá creciendo”.

La tensión ya ha tenido consecuencias inmediatas: los Rosarios de la Aurora de las hermandades de Las Aguas y de la Anunciación de Juan XXIII han quedado suspendidos, de momento, a la espera de que se despeje el conflicto entre plantilla municipal y Ayuntamiento.

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