Un anhelado deseo de la corporación letífica.

El pasado martes 1 de septiembre, Su Majestad el Rey Felipe VI aceptó el cargo de Hermano Mayor Honorario de la Hermandad de la Divina Pastora de Santa Marina. Todos los monarcas reinantes de la familia Borbón han ido ostentado este cargo, casi tres siglos de vinculación entre la Casa Real y la corporación. No obstante, se han guardado los cinco años protocolarios de la vacante del cargo al abdicar el rey don Juan Carlos.
Coincidiendo con el traslado de la Corte a Sevilla en 1732, el Rey Felipe V y la familia Real mostraron su interés por ingresar en la hermandad y fueron nombrados con el cargo de hermano mayor, atrayendo a la misma a la nobleza. Los soberanos celebraron varias funciones religiosas en honor a la Pastora, concediéndole una pensión anual de 1.500 reales para perpetuar sus cultos. También concedió Real Cédula por la cual todos los Borbones descendientes ostentarían el título de hermano mayor. Por su parte la nobleza siguió el ejemplo Real; como muestra sirva el magnífico Simpecado que regaló el Duque de Osuna con la condición de que fuera portado, en la procesión por un Grande de España en nombre del Rey, lo que se venía efectuando hasta muy recientemente.