Dos jóvenes han procedido a su intervención.

Los carmelitas descalzos de la iglesia conventual del Santo Ángel han invertido sus esfuerzos en la restauración de los hachones litúrgicos, unas piezas de 1860. Restauradas por Jairo del Toro y Antonio Vera, se ha procedido a la eliminación del polvo, el hollín y la cera, así como la recuperación del dorado.
También se han reconstruido aquellos elementos que faltaban, especialmente concentrados en las zonas inferiores. Se ha procedido al estucado y reintegración cromática de las zonas perdidas.