Se mejora el patrimonio de la comunidad carmelita.

El artista Carles Salafranca ha restaurado un crucificado, de tamaño académico, atribuido a la escuela genovesa de Cádiz del siglo XVIII. La zona de unión de los brazos se encontraba rota y sujeta con cinta adhesiva, presentando además faltantes en varios dedos. También merece especial mención la suciedad presente en su policromía.
Esta talla, que recuerda a las obras de Maragliano y Galleano, ha sufrido una consolidación estructural con cola orgánica y asentamiento de estratos levantados, devolviéndose la planimetría de las cazoletas. Se finalizó la intervención con la protección de la talla a base de un barniz de resina acrílica de efecto satinado aplicado mediante spray de Lefranc & Bourgeois.