Evitan la «ley seca».

El Plan Específico de Coordinación para la Semana Santa de 2022, después de dos años en blanco como consecuencia la pandemia, establece que, de forma «excepcional», en los bares de las calles Álvarez Quintero, Argote de Molina, Placentines, Bilbao y Plaza Nueva «se permitirá –en la Madrugada del Viernes Santo– la apertura hasta su horario máximo permitido», es decir, más allá de la una, horario en el que el resto de los establecimientos deberán estar «completamente cerrados».
Según lo fijado por la Delegación de Gobernación y Fiestas Mayores, se vuelve a prohibir la venta de alcohol en la Madrugada para evitar así altercados, como sucedió en el año 2017.