Obra intervenida por la artista Lourdes Hernández.

La Hermandad de la Esperanza de Triana ha repuesto al cuto, tras su restauración, la imagen del Cristo expirante de marfil. La intervención ha corrido a cargo de Lourdes Hernández.
De 70 centímetros de altura, cuenta con varias piezas ensambladas entre sí, con grietas naturales de las vetas de marfil y desensambles en algunas piezas como brazos, dedos de las manos y dedos de los pies. La cruz arbórea se remata con detalles en plata, siendo la peana de madera dorada y policromada.
Se apreciaban pérdidas de material y agujeros realizados para múltiples sujeciones en distintas zonas del cuerpo. La pátina estaba muy ennegrecida en las zonas de pelos, barba y sudario. La cruz estaba desencolada en los dos travesaños, así como roces varios de las cantoneras de orfebrería.
La imagen se ha desenclavado para ver el estado general del marfil, realizándose varias catas para adecuar el medio de limpieza que mejor se adecuase al tipo de patinado. Todo ello con isopo en medio jabonoso neutro. Tras la limpieza superficial han aparecido excesos de pátinas con un medio acuoso con ph ácido.
Se ha descubierto policromía original en el cabello y en el sudario, siendo éste de tonalidad celeste en sus orígenes. Se han corregido los huecos y daños provocados por los golpes sufridos por la imagen, que le han llevado a perder incluso dedos de una mano, que le han sido nuevamente colocados.
La peana se ha limpiado. En la misma se aprecia una inscripción muy velada. Se ha observado que dicha peana fue manipulada con posterioridad ya que la inscripción no presenta un orden de escritura, no hay un estudio exacto y calculado del espacio del texto faltando espacio en las últimas frases. La inscripción dice así: “Santo cristo de la Expiración están concedidas 640 días de indulgencias rezando un padre nuestro”.