Enriquece su patrimonio.

En fechas recientes se ha recibido una 𝗱𝗼𝗻𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 para la Fraternidad Seglar Mercedaria del convento de San Gregorio. Se trata de una 𝗮𝗻𝘁𝗶𝗴𝘂𝗮 𝗰𝗿𝘂𝘇 𝗱𝗲 𝗺𝗮𝗿𝗳𝗶𝗹 𝗱𝗲𝗹 𝘀. 𝗫𝗜𝗫 con la peculiaridad de presentar, tallado en la misma pieza, al Niño Jesús dormido. Esta nueva presea ha enriquecido el ajuar de la Virgen de la Merced.
Esta iconografía parece ser que tiene su origen en la adaptación barroca de las vánitas (obras relacionadas con la muerte y el paso del tiempo) adecuándose a lo que narraban las visiones místicas que, desde mediados del s. XIV, algunas mujeres como santa Brígida de Suecia y Osana de Mantua entre muchas, tuvieron del martirio y muerte de Jesús, uniendo a esta dramática y cruda escena el candor de la infancia, causando una gran veneración y profunda reflexión en los fieles que la contemplaban.