Por Juan Avecilla.

El mundo está lleno de gente bonita y por mucho que a veces haya personas que nos hagan pensar lo contrario, está increíblemente lleno de gente preciosa.

Por cierto, en ningún momento me estoy refiriendo a nada físico, a gente bonita me refiero a esa gente que tiene el don de alegrarte días, momentos y de quitarte miedos. Esas personas que hasta los sitios más feos ellos los convierten en sitios bonitos, y es que aquí todos lloramos y no habrá más remedio que ayudarnos e ir todos a una.

¿De qué sirve presumir de bienes materiales si eres incapaz de ayudar a alguien en la calle, a algún necesitado o algún ser querido? ¿De qué le sirve ganar al hombre el mundo si pierde el alma? ¿De qué nos sirve tener todo si tenemos el alma oscura? De absolutamente nada.

La riqueza está aquí, en el corazón. El resto sin esto, de sentido carecería.

Gracias, gracias a todas esas personas que sois bonitas y hacéis por los demás sin esperar nada a cambio, a esas personas que hacéis por tener un corazón limpio y que dais la mano a los demás en esos momentos delicados que todos tenemos, que secáis las lágrimas y creáis sonrisas. Gracias a todos por ser gente bonita, que de gente fea ya está el mundo demasiado lleno. Seamos gente bonita, gente rica de verdad, rica pero de corazón.

«Amaos los unos a los otros….»