
Por Juan Avecilla.
Esta semana no sabía que escribir, mejor dicho, si lo sabía pero no como expresarlo. Tan sólo dejé que todo lo que se pasara por mi cabeza ocupara hueco en el papel, se me empezó a venir la imagen de mi Virgen de Consolación, el río, Triana, una madrugá, la levantá de un palio de noche y el azahar. Ese sol tan sevillano de primavera reflejado en los naranjos, y con todo ese popurrí de imágenes y recuerdos.
También tuve la imagen de sentirme perdido y volver a verla, y al encontrarme con ella sentir que me volvería a encontrar.
Comencé a escribir, dando por este el resultado :
1:
Ahora que yo ya lo he dicho todo
Voy a dejar a Sevilla que hable
Y ahora que ahora estamos tu y yo a solas
Como aquella tarde frente al Guadalquivir
Te confesaré que me tienes loco, como en un sueño perdido .
La razón al vernos se me ha ido
Desde que me perdí en tu mirada sueño con volver a verte
entre palios una noche de madruga volver a perderte
2 :
Moverla con mecida, con mimo y cariño
Como solo una madre se merece
Y que suene tu salve, y que la escuche quien quiera
Que nunca faltará gente para quererte
Mientras yo no me muera
3 :
Otra vez padre mío, otra vez junto a ti
Otra vez buscando un puerto donde soltarme
Otra vez buscando una fe donde agarrarme
Para llenarme de vida cuando los miedos zarpen
Te busco con los ojos
busco una esperanza
Es aquí el sitio donde mis problemas acaben