
Por Juan Avecilla.
Atentos, que el azahar,
capataz de primavera
lleva el martillo dorado que es el sol de nuestra tierra,
El amor descansa en el recuerdo, donde poco a poco la espera se va consumiendo
Porque todo va volviendo
¿Recordáis vuestras primeras semanas santa?
En los brazos de algún señor con el que compartís apellido
Y es que,
En los brazos de mi madre yo empecé a querer
a la que por aquel entonces
Llamaba » Virgen de La Sed».
Aquella mujer rubia fue la que me puso frente a ti cuando apenas hablaba ni tampoco pasos
daba, Aquella mujer rubia fue la que me puso a tu lado para
a ya nunca apartarme de
tu mirada, de tus ojos color celeste, que mirándolos te consuelan.
Mi madre me dio a otra madre.
Siempre tacho en rojo el miércoles santo en mi calendario, no es para menos, será el día en
que vuelva a enamorarme de ti por las calles de tu barrio, con la cera gastada, el costalero
cansado, y en
la intimidad que nos regala la noche volveré a rendirte pleitesía, a jurarte lealtad eterna y a
decirte que te quiero, la promesa está cumplida , mi barrio se llena de consuelo, amor y llanto
Bajo
el manto de una madre de
celeste mirada
¡Y los ojos color del cielo!
El amor de mis amores
Lo que mas quiero en esta vida
Es mi madre en el cielo
Y tiene por nombre el consuelo.
Porque por mucho que busque
Por el barrio de Nervión
No hay estrellas que comparen
Los ojos de consolación.
Desde el primer momento que hablé con Martín en un recreo, supe que este discurso lo
abriría con ella, la que siempre había estado en los días más grises de mi vida, la que me ha consolado, ayudado y escuchado siempre, con ella me he encontrado cuando me encontraba perdido, A veces te veo, perdida entre balcones que van decorando el cielo.
Porque cuando la vida se tiñe de negro, eres tú la que me la pintas de azul y me la llena de
Consuelo. ¡Qué suerte tengo de que eres tú la que me alivia el llanto!
Ella es la definición perfecta de la maternidad, de la palabra madre.
Ella, como cualquier madre, siempre está pendiente de todo, ella, como decía el maestro
Rafa Serna : «Ella sabe vuestras fatigas, vuestros recelos y también vuestras faltas, poneos
a sus pies y seréis sanados en cuerpo y alma»
Ella nunca dejará desamparados a sus hijos, y es que de eso va esto ¿No? ¿Existirá amor
más puro que el de una madre? Comprendí que mirándola, miras al amor más puro que
jamás podría existir, no lo comparen con cualquier cosa, porque sin saber que te volveré a
ver por Sevilla yo no podría vivir.
Y cómo os decía, el amor vive en el recuerdo : en el azulejo gastado, la cera caída, las
lágrimas derramadas, las salidas y las entradas. Si el amor se pudiera tocar, tocaría el
antifaz de un nazareno con su capa caída y sus ojos entre las lágrimas pidiendo poner fin al
cansancio, las calles manchadas, la mano de aquel chiquillo que aún duerme en la infancia
y replica : «Nazareno, dame una estampita» y vuelve a casa con sus estampas conseguidas,
y la ilusión soñada que ahora ya es ilusión cumplida.
Si se pudiera mirar, miraría a nuestra semana mayor, sería el reflejo de un palio a mirarle
por esa bocacalle, si, la que ustedes están imaginando y con la virgen que ustedes estén
pensando, y vuelvo a esa esquina que te doblas y te pierdes en el fondo
Te busco en cada bocacalle para volverte a mirar antes de verte marchar
Y antes de que la noche acabe
Como te explico virgen de la palma
Que si tú no estás
yo no encuentro mi calma
como le explico a la virgen del Valle
que sin ella no están bonitas las calles
Estamos en cuaresma, huele a incienso y a azahar ¿Lo notan? Ese nerviosismo y esa
sensación mágica que solo esta época me da, está volviendo a florecer como aquel rosal en
casa de mi abuela en sus eternas primaveras, y es que el manantial de mi vida, se llama
María José, y tiene setenta y siete años. Esta promesa formada por
Un «Te quiero», se hace más dura si en mi estación de penitencia yo no te veo, y por si
cabía duda, os hablo de mi abuela, aunque ella sí que es la definición auténtica de la
palabra madre.
Esta promesa que cada año vuelve a comenzar para volver a acabar y así volver a empezar
una espera para volverte a mirar, las cosas de mi Sevilla que no se pueden igualar.
Echo la vista atrás y recuerdo cuando iba a verte con mi abuela y su vecina, la del número
tres, aquella que cada vez que vez que me ve me recuerda lo grande que me he puesto, y
que hay que ver lo que he crecido, ¿Qué a dónde voy a llegar? Mis primeras Semanas
santa donde cargado de ilusión yo me hartaba de mirar, esa sensación está a punto de
regresar, porque volveré a ver un paso de noche por San Román y la ilusión, volverá.
Sevilla, mi paraíso
Tú, la combinación perfecta
¿Quién sería el creador que te hizo?
Tú, que amores y amistades conecta ,yo te pido que le des a mi vida una vuelta de tuerca
cuando mi vida no esté recta.
La primavera ha llegado, el azahar ha florecido, la plata se ha limpiado y los pasos ya
montados que se llenan de visitas y de besos inesperados
La papeletas de sitio espera impaciente en mi mesita, los nervios a estallar, las estampas
compradas y los corazones que ya no pueden más
Sevilla, llámate más
Que tú sabes de estrecheces y de bullas apretás
De aplausos si se merecen
Y de silencio sepulcral
El costero por delante
Y más esa izquierda atrás
Llámate otra vez Sevilla,
Si se te pudiera llamar
Y que se ponga de pie el mundo entero
Que está en la calle la virgen
Del arenal baratillero.
Quiero verte en la calle con tus nubes de incienso, tus naranjas llenas de azahar y el pueblo
en la calle pidiéndole paso al capataz
Te veré por tu barrio republicano
De vuelta por San Julián
Porque si hablamos de miradas infinitas
A la Hiniesta hemos de buscar
Domingo de azul y plata
Celeste el cielo, la mar
Y la cruz de guía que en la puerta se empieza a contemplar
Porque la espera ha terminado, ya es domingo de ramos, vámonos a la calle, !SEVILLANO!
Siempre alivia desengaños esa moza de San Gil, que dicen que por Abril cumple diecinueve
años, y es que os hablo de mi esperanza, aquella que duerme tras un arco macareno lleno
de sevillania donde se dicta la sentencia de mi vida, y llamarme loco, pero en sus ojos hoy
también he visto el consuelo.
Y es que, para hablar de ella nos tenemos que poner serios, al menos un poquito, no
tendría sentido mi vida sin su presencia, estoy seguro de que no podemos vivir sin
esperanza y de lo contrario, pobre de mi el día que la pierda
Imagina no tener donde agarrarte, para llenarte de vida cuando la vida se parte, cuando los
miedos nos invaden y nos roben los sueños, porque aquí todos lloramos, y ojalá que sea
ella la que os tienda la mano, y creerme que os espera, porque ella es la madre de Sevilla,
esperanza y madre de los Sevillanos.
Y como decia, aquí todos lloramos, pero solo con su mirada, tengo la certeza absoluta de
que todo pasará y los problemas pasajeros serán, y por eso es la Esperanza y con ella a la
Eternidad.
¿Os la imagináis volviendo a casa después de la madrugá?, Por la calle Feria humillando el
sol al amanecer entre lluvia de pétalos ¡Y vivas sin parar!
Cierro los ojos y me pierdo en el recuerdo, me viene la forma de su cara entre «te quieros»
sincero volviendo por la Resolana, y allí volveré a mirarle a las manos, al pañuelo de una
virgen sevillana que es esperanza y consuelo.
Y es que, todos fuimos de alguna manera ese nazareno al ver a su virgen en la calle y el
con su túnica, la acompaña otro año más, el hermano que le falta algún familiar, el que le
dedica la penitencia a quien no la puede mirar en esta madrugá, o el que tiene a alguien en
la cama de un hospital.
Y ahora, si me lo permitís os quiero hablar de mis sentimientos, ahora que ya mi papeleta
de sitio descansa impaciente en mi mesita esperando el día de salida, ahora que mi cruz de
hermano sabe que al fin, la espera ha terminado, que el miércoles santo ha llegado y que el
reloj las doce ha marcado.
No dejo de pensar en otra cosa, mi impaciencia se va sola, mi corazón ya no aguanta más,
las ganas de volverte a contemplar
Ya todo me lleva hacia ti, y yo no me puedo aguantar
Y pensar que dentro de nada volveremos a casa con los pies cansados, pero con el corazón
lleno porque habremos disfrutado, ya todo es punto y aparte, y mi querido nazareno, me
muero de ganas por volver a mirarte, y llegará el día en que Sevilla despierte soñando entre
capirotes, exaltada del sueño que mi querida primavera habra resuelto.
Y Sevilla despertará entre capirotes llenos de colores
Los hay negro, de Rúan, con esparto, o blanco
¿Qué más da?
Y ahora, hablemos de Dios andando. ¿Saben ya de quién os hablo? Aquel que por San
Lorenzo dicen que está esperando
¡Ay que ver qué Gran Poder tiene el sevillano para sus cosas!
Es tanto los recuerdos y el sentimiento acumulado, tantas veces abrí esa puerta de madera,
y tras abrirla te veo a ti, impotente en tu retablo, me arrodillo ante ti y tímidamente avanzo,
me siento en ese banco y ahí siento que se para el tiempo. Ante ti, con un nudo en la
garganta y las lágrimas que se me saltan.
Me pierdo en esa cara de la abuela que te contempla, del chiquillo recién nacido que unos
padres llevan a conocerte, en esa mirada perdida que se dibuja en la cara de todo el mundo
al pasar detrás de ti para ir a verte
¿Qué tendrás padre mío? Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
¿Porqué cuando llego a San Lorenzo te lloro a lágrima viva y te pido por las penitas mías?
Es tanto la fe que te tengo, aquí ante tus ojos todo es distinto, el reloj dejará de correr y todo
se reduce a mirarte, y a ti te hablo, aquí te lloro, y cuando ante ti me he vaciado tan solo
quedará mirarte;
me fijo en esa cruz, y es que en tu cruz descansa toda Sevilla, y entoces me acordaré de
mi abuela y de aquella imagen tuya que ella tiene en el cabecero de su cama, para que tú
siempre la protejas y me acordaré de Mari, la estrella de la mañana, aquella que desde que
se fue este mundo está más feo, pero sé que está contigo y por eso, venir a verte, también
es venir a verla a ella a través de tus ojos, desde aquí un beso infinito y fuerte al cielo a la
mayor estrella del firmamento, la tuya la alegría que se refleja en una luna sevillana que me
translada a mil recuerdos y a tu sonrisa se parecía, llévame a aquel mes de Mayo para
despedirme de ti como tú te merecias.
Si están escuchando esto, es porque estamos a nada, ya no quedan semanas en el
calendario ni domingos por tachar. ¿Lo sienten? ¿Sienten como el corazón se les acelera
sabiendo que falta poco para ver pasar a La Macarena? Que larga se hace la espera para
perderme en tu manto de color blanco, y ahora quiero cruzar el río, que pasa El Cachorro
con su mirada eterna al cielo que se refleja en el rio, estrella de los marineros, la farola
apagada, la vela encendida, y sólo la vela ilumina el andar de un cristo que expira y da el
patrocinio de su propia muerte por Sevilla.
Y tuvo que ser en Sevilla, no quedaba otra manera, no tendría otro sentido que cristo no
muriera bajo la atenta mirada de la tarde que lo anhela y la giralda imponente que ya lo
espera, y ella toca sus campanas porque ya se va mi cristo para Triana.
Y volviendo a La Esperanza, ¿Os habéis fijado alguna vez en la mirada de la gente que
hace cola para besarle la mano? Ahí está la esperanza, se ve reflejada en cada perdida
mirada que tan solo espera para volver a verla a ella.
Cómo dijo Víctor García Rayo : nos creemos importantes y no somos más que herramientas
que ella utiliza para llegar a donde la fe por alguna razón se pierde
¿Creen en la Providencia? ¿Creen en la casualidad? Porque sino ella te cerraría puertas y
saldrán las cosas mal, si no es para decirte que te espera algo mejor, y que tú te mereces
más. Somos hijos de la Esperanza, lo seremos eternamente, en sus manos mi sentencia, mi
rosario y mi consuelo
Porque con su mirada sabemos, que lo mejor siempre espera y aguarda bajo el arco en
aquella primaveral madrugada
Porque estamos en un sueño, y yo quiero disfrutarte, y rezarte todos los días de mi vida
para pedirte salud y que nadie nunca me falte.
Y escucho «Reina de Reyes»
Y no evito llorar
Despojado de sus vestiduras
O hace años por San Román
Por San Esteban un buen viaje que espera
Misericordia infinita en los ojos de Siete Palabras nazarenas
«La Esperanza de María» que «Salud para los enfermos» va repartiendo y nos hace «volver»
a la «vida» , porque a la «Vida» regreso cuando en Santa Marina me pierdo
«Y al tercer día» resucita entre los muertos con la aurora de la mañana que le acompaña
cada año por La Campana
«A la gloria» por «Sevilla en primavera» que busca «Tu Misericordia» en acordes de música y
alegría
Y se pierde en las manos de un cristo «Nazareno y Gitano» que bajo la luna flamenca, va
regalando ejemplo de Humildad infinita en una angustia que al verte, se me quita
«Al rey de los reyes» , le dedico mis palabras
Y el se pierde por Sevilla ,caminando va por tientos como antes siempre hacía, pero ya no
dejará de hacerlo
En San Bernardo llenos de salud, tus hijos buscando refugio
Por la calle feria te niegan, y tardes de Carmen Doloroso
Por San Martín, todo sea por un Buen Fin con la dulzura de tu cara
Burgos por San Pedro, Madre de Dios de la Palma,
Emperatriz que cura mi alma con tan sublime mirada,
Y por la calle Orfila unos panaderos prenden al señor, el de la manitas abiertas, y mirale
como anda, y mirale como viene, que está San Pedro negando estando Sevilla despierta
Y por la calle Valle me han dicho los gitanos
Que a un joven gitano le pesa menos la cruz si sevilla le acompaña, y Sevilla hace de
cirineo y se la lleva hasta el Calvario
Y hablando de Calvario…. Presentación, mi virgen que vive en la Magdalena que aquel día
me cautivó
Y ya para siempre me encarceló
Y cuando el Palermo mande y la hora marque
La cruz de guía de mi vida abrirá las puertas de la iglesia para volver a humillar al sol y
salga la cofradía
Con el alma aferrada a un recuerdo que le lloro otra vez
Por un cristo nazareno que piedad va pidiendo y descansa por San Lorenzo.
Y ahora padre, vámonos a la calle
Que la espera ha terminado
La candelaria fundida
Que impacientemente espera, el día de salida
Os llamo a la calle, a disfrutar de los pasos, las procesiones, las marchas, las
levantás
El penitente descalzo, con la capa muy bien planchá
Y como dijo aquel pregonero, a
la gloria, Sevillano, ya no queda más que esperar
Y ahora yo ya me callo, que Sevilla me pide la venia diciendo que quiere hablar
A la ciudad más bonita del mundo tenemos como escenario, la mayor de mis devociones
bajo palio va llorando y yo la quiero acompañar, que sola no la podemos dejar
Y ahora, ahora si, a la gloria Sevillano
Ponte tus mejores galas
YA ES DOMINGO DE RAMOS